miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ensayo de publicaciones digitales

A continuación pego los links de los trabajos multimedia de ambas comisiones para que vean los trabajos de sus compañeros.
También les paso el link de facebook de la cátedra ( http://www.facebook.com/tallertresuba )
y la dirección de Twitter ( @tallertresuba )
para que nos sigan y puedan mirar los trabajos de las demás comisiones de 2011.
Saludos y felices fiestas, Clarisa.

Sumario Comisión 34:
Política: Cooperativas de trabajo a diez años de 2001 http://comision34politica.tumblr.com/
Sociedad: El debate sobre despenalización de la marihuana http://comision34sociedad.tumblr.com/
Cultura y Espectáculo: El rock y su relación con los medios, un recorrido histórico http://rock709010.tumblr.com/

Sumario Comisión 35:
Sociedad: Artistas callejeros en acción http://comision35sociedad.tumblr.com/
Medios: Los medios alternativos luego de la sanción de la Ley: http://comision35medios.tumblr.com/
Cultura y Espectáculos: Músicos de todos los tiempos: http://trinomios.tumblr.com/

martes, 13 de diciembre de 2011

FIRMA DE LIBRETAS

Estimad@s!
FIRMA DE LIBRETAS:
SABADO 17 DE DICIEMBRE
DE 10 A 13
AULA 100 (PRIMER PISO / SEDE CONSTITUCION)

Los espero, Clarisa.

martes, 29 de noviembre de 2011

Notas Comisión 35

APELLIDO y Nombres
Altieri, Pamela 8,00
Arlía, agustín 8,00
Arregui, Matías
Barracha, Eugenia 7,00
Bava, José Esteban 8,00
Cametti, Ana 7,00
Cametti, Lucía 7,00
Cappielo, Gisela Vanina 8,00
Cendón, Estefía 9,00
Chetto, Melisa 8,00
Cominguez, Gustavo 8,00
Delfini, Julia Eva 7,00
Epiro, Adriano 10,00
Fernández y Mayan, Manuela
Gemignane, Flavia Ayelen 8,00
Gutierrez, Josefina 8,00
Imputato, Analía 9,00
Lavorano, Contanza Jimena
Maira, Melina 7,00
Martinez, Gullermo 9,00
Moreno, Lucila 7,00
Muñoz Diumenjo, Mará Paz 8,00
Navarro Nicoletti, Felipe 7,00
Noceti, María Agustina 9,00
Oshiro,Rodrigo Joaquín 9,00
Osman, Luz 8,00
Pavoni Perrotta, Florencia 8,00
Pechersky, Lucía 8,00
Repetto, María Belén 7,00
Sculli, Nicolas
Sichetti, Fiama 8,00
Sills, Belinda 9,00
Soruco Ruiz, María Florencia 9,00
Tachella, Federico Luis 8,00
Vaioli, Georgina 9,00

Notas Comisión 34

APELLIDO y Nombres

Abella,Carolina 6,00

Agesilao, Victoria 8,00

Aldrovandi, Pablo 9,00

Almeira, Marcela

Ampuero, Mercedes 7,00

Anapolsky, Laura 7,00

Azcurra Mariana, Ana Clara 9,00

Benitez Bregant, Lara Muriel 7,00

Caudulo, Vanina 7,00

Córdoba, Camila 7,00

Da Rocha, Juan Lucas 9,00

Dentino, Micaela 7,00

Durán, Exequiel 7,00

Fasciolo, Damián 8,00

Filgueira, Anabella 8,00

Fungueiriño, Julieta 8,00

González, María E 7,00

Gueper, Branko 7,00

Guglielmone, Bruno 6,00

Insúa, Dolores 7,00

Kleine, Samson, Carolina 7,00

Legname, Mariano 7,00

Liefeldt, Ariel 6,00

Martín, Jonathan 8,00

Medina, Magali 6,00

Migane juan pablo 7,00

Muñoz, Gabriela

Novick, Daniela 9,00

Petri, María Sol

Ponce, Carolina 8,00

Rampazzi, Josefina 8,00

Rojas, Adriana 8,00

Saliche, Luciano 6,00

Solari, Sebastián 9,00

Trabichet, Patricia 9,00

Zarate, Nayla Soledad 9,00

La biblia junto al calefón

San Francisco Solano, en el partido de Quilmes, guarda uno de los mejores secretos del Conurbano: más de veinte cuadras de feria, mantas y puestos. Entre verduras, celulares y autopartes, se cocinan relaciones peculiares en una sociedad que desea aprovechar cada centímetro.

Por Estefanía Cendón, Adriano Epiro y Analía Imputato (Comisión 35)

Suena mucha cumbia, pero San Francisco Solano es el santo del folclore argen­tino. En su doble carácter de di­vinidad y de músico, en la mano lleva un crucifijo y a sus pies yace un violín. En 1949, también se convirtió en el nombre de una ciudad de Quilmes. El Concejo vecinal había decidido llamarse Paulino Barreiro, pero la munici­palidad eligió la denominación del convento que se levantaba en las cercanías.
La ciudad ya tenía nombre, una iglesia, una escuela y la comis­aría. No pasó mucho tiempo hasta que se asentaron los prim­eros puesteros de lo que hoy es su atracción más pintoresca. A simple vista, la feria de Solano es caos. Aunque parece la hija de La Salada, en sus 50 años de historia adquirió una identidad propia.
Un gran camping
Los miércoles y los sábados, entre las 8 y las 15, se abre un abanico de sensaciones. La feria es una fiesta para los sentidos: los colores, las texturas y los aromas dan la bienvenida. La calle Do­nato Álvarez es el eje principal. Formalmente, la feria comien­za en la calle 844 y termina en Avenida San Martín. Son quince cuadras en las que se concentran los puestos más tradicionales, donde se venden frutas, carne, e indumentaria. Parece una feria más. “Pase y revuelva” y “Elija sin compromiso”, son los hits.
En realidad, el espectáculo es más complejo: esta no es cual­quier feria. Los límites (y no sólo los geográficos) no son tan pre­cisos. Más allá de San Martín, se descubre otra zona: la de los manteros. Allí, están los vend­edores fugaces: la biblia y el calefón, juntos, ante la mirada de un comprador también fugaz que aprovecha la ocasión. Es lo más parecido a un cambalache: se consiguen autopartes, celulares, juguetes viejos, electrodomésti­cos y reliquias de la abuela. Los productos son usados y, según atestiguan muchos vecinos, su procedencia es dudosa.
La marca de la gorra
Una de las diferencias entre las dos zonas es el método de asig­nación de los espacios. En la parte formal, el permiso es otor­gado por la municipalidad de Quilmes, por lo que dominan los trabajos fijos. “Si querés poner un puesto ahora, tenés que anotarte en una lista de espera porque ya está todo ocupado. Igualmente, es muy difícil que te lo den”, ase­gura un vendedor de plantas y sahumerios sobre la demanda de habilitaciones.
Más allá de avenida San Martín, opera otra lógica. “Acá te cobra todo el mundo: el dueño de calle, el policía, todos”, comenta Vir­ginia, mientras vigila los adornos para el jardín que dispuso sobre su manta. El encargado de la cuadra es el primer hombre en pedir su parte. Se acerca a pri­mera hora, reclama el dinero y se va, sin dejar ningún compro­bante. Luego, si el puestero tiene mala suerte, algún policía puede hacer lo suyo. “El precio (de la coima) varía. En el caso de la venta de celulares, se puede lle­gar a sacar 100 pesos por puesto y los que venden autopartes o electrodomésticos te pueden de­jar hasta 500 pesos”, confiesa un oficial acostumbrado a patrullar estas cuadras.
Los sábados, días de mayor con­currencia, los remolones pueden quedarse sin lugar y aquellos que lo consiguen se ven desbor­dados por las personas que se acercan. Los compradores que no capturan la atención del pues­tero, pueden probar suerte en el centro comercial de Solano, ubi­cado en la calle 844, a metros de Donato Álvarez.
Antes, la feria era un complemen­to del centro, pero la relación se invirtió. Ante la competencia, los comerciantes ofrecen un difer­encial: calidad. “Por supuesto que nos afecta que esté la feria porque los precios son inferiores, y es muy difícil competir, pero la calidad también es inferior. Creo que las prendas que tenemos nosotros son mejores que las que pueden encontrarse allá”, argumenta Omar Diez, dueño de La Botica Loca. La distinción es meramente simbólica: la calidad de la ropa que se vende en los negocios de la avenida no dista de la que se encuentra en la fer­ia. La explicación es sencilla: una de las fuentes son los mismos talleres que fabrican la indumen­taria que luego será vendida en las tiendas más tradicionales.
No obstante, Diez defiende su posición y no considera la po­sibilidad de mudarse a la feria. “Si tuviese que vender el tipo de ropa con la que trabajo, tendría que bajar mucho mis precios, perdería mucha plata”, explica el comerciante de ropa unisex. La opinión de los compradores es distinta. “En la feria, podés conseguir buena calidad a bajo costo, solamente hay que saber dónde comprar”, asegura Clau­dia, habitué de uno de los pues­tos de verduras de la entrada de la feria.
No soy de aquí ni soy de allá
San Francisco Solano es la Estam­bul del Conurbano: abarca tier­ras de Quilmes y de Almirante Brown. La feria, de origen quilme­ño, se encuentra en el límite en­tre ambos partidos, lo que oca­sionó algunos inconvenientes en los últimos años. Es que, en 2008, los puesteros pasaron la frontera, por ambición propia y por los empujones del director de ferias de Quilmes, Fabián Macedo. La respuesta del Municipio de Alm­irante Brown no se hizo espe­rar: frenó la invasión y replegó al enemigo. Al mismo tiempo, el secretario de Gobierno, Franco Caviglia, fue contundente: “Que quede en claro que la denomi­nada feria de Solano, y los eventuales problemas que en ella se produzcan, son respons­abilidad exclusiva del municipio de Quilmes. Almirante Brown es ajeno a esta situación”.
Los “eventuales problemas” son el descontento de los vecinos y los hurtos, que ocurren, sobre todo, los sábados. “Cuando hay más gente puede haber algún que otro robo. La ocasión hace al ladrón”, dice Diez, apoyado en el refranero popular.
La relación con la Policía es con­tradictoria. La autoridad se ubica como un curioso mediador: debe vigilar los mismos puestos a los que les pide dinero. Encima, en el pedido de coimas entra otra variable: aquellos puestos con artículos de marcas reconocidas (o con falsi­ficaciones) deben pagar más (“cobrar marca”, como se lo conoce en la jerga policial).
La coyuntura explica que Nike y Adidas sean las mar­cas más vendidas en Solano. Por el cupo impuesto a las importa­ciones de Brasil, se restringió el ingreso de electrodomésticos y, sobre todo, de indumentaria y zapatillas. Ferias como la de So­lano responden a esta necesidad latente de vestir como los de­portistas profe­sionales. Algu­nos productos son falsifica­ciones, pero en otros casos el contrabando sirve para es­quivar las de­moras en la Ad­uana y para ubicar los artículos en los generosos mostradores de las grandes ferias.
Hay que entrenar el ojo para evi­tar engaños. Algunas imitaciones son de baja calidad y la trampa queda al descubierto. Sin em­bargo, hay métodos más sofisti­cados. Una práctica conocida en la venta de electrodomésticos es entregar la carcasa del televisor, pero sin sus mecanismos inter­nos, sino relleno con piedras para simular el peso del artefacto.
La feria depara otras sorpresas, como le ocurrió a Aldo, profesor de un colegio de Quilmes: “Un sábado a la mañana revisaba un puesto de libros y de repente me encontré con uno que me era fa­miliar. Lo abrí y descubrí mi sello en la primera página. Era uno de los libros que se habían llevado cuando entraron a robar a mi casa”. A María, otra vecina, le sucedió algo similar. Una tarde, ató la bicicleta a un poste de luz y entró al supermercado. Al salir, la bicicleta ya no estaba más. “Por lo que se comenta, fui directa­mente a buscarla a la feria. La encontré, pero no reclamé”, ex­plica, con bronca y resignación.
Una feria no tan improvisada
Es fuente de problemas, pero tam­bién intenta brindar soluciones. Al fin de cuentas, la feria de Solano no es puro desorden. Los sociólogos Eduardo Chávez Molina y María Laura Raffo investigaron el caso en 2003 (“Ferias y feriantes en el Conurbano bonaerense. Lógi­cas de reproducción y trayecto­rias laborales de trabajadores fe­riantes”). Según el informe, desde su nacimiento, la feria re­sponde a una necesidad concreta: “En estos espacios sociales, los sujetos tran­sitan y ponen en práctica estrategias al­ternativas de inserción económica, dando lugar a la construcción de trayectorias socio-laborales ‘dinámicas’, que constituyen reales o potenciales atajos contra la ‘exclusión’”. El objetivo es no pasar los límites de la marginalidad, y allí nacen las diferenciaciones entre feriantes formales e informales. Los vend­edores formales, con habilitación o con deseo de tenerla, se orga­nizaron en un sindicato, aunque hoy sólo queda una pequeña comisión. “Todos los martes nos reunimos en una mutual para de­fender nuestro trabajo y para que nos den los permisos”, explica José, vendedor de ropa. En 2007, el intendente de Quilmes, Francis­co Gutiérrez, redobló la apuesta: todos los feriantes del municipio iban a estar en blanco y aportarían para la jubilación. La promesa no se cumplió. Los puesteros esperan y, mientras tanto, cuidan el rincón donde ofrecen sus variados pro­ductos. Quizás, San Francisco So­lano, el patrono folclorista, encuen­tre, ahí tirado, un nuevo violín.

Recuadro 1
Otra forma de comprar
Entre la austeridad del barrio y las luces del centro comercial, las ferias son un fenónemo que cobró relevancia con la crisis del fin de siglo. A casi diez años del estallido de 2001, ya son un actor principal en la escena económica de la Ciudad de Buenos Aires. En la actualidad, hay 42 “saladitas”, de acuerdo con una investigación efectuada en septiembre por CAME (Cámara Argentina de los Medianos Empresarios). En sep­tiembre, las ventas en este tipo de establecimientos ascendieron a 122,5 millones de pesos, con preponderancia del rubro textil (cerca del 90% de los puestos se dedica a la ropa).
Floresta, Liniers, Once y Pompeya son los barrios con más actividad. También hay “saladitas” en Ca­ballito, Constitución y Retiro. De todos modos, la reina de las ferias está en Lomas de Zamora, provin­cia de Buenos Aires. La Salada es el símbolo de una década. El es­tablecimiento todavía conserva elementos de una feria itinerante: sólo abre dos días por semana. Sin embargo, su éxito comercial no conoce obstáculos, ya que cada mes, recibe dos millones de visitantes en sus 20 hectáreas.
La Salada nació en 1991, cuando un grupo de puesteros bolivianos adquirió un terreno a orillas del Riachuelo. Aún recordaban la hiperinflación y, tal vez por eso, no imaginaban lo que sucedería más tarde. El despegue se dio en 2002, como respuesta a miles de compradores que buscaban la misma calidad que antes, pero, olvidada la convertibilidad, de­bían ajustarse a las necesidades de sus flacos bolsillos.
Claro, la Salada no fue sólo un amor de verano. Hoy, el complejo reúne tres ferias diferentes: Punta Mogote, Ocean y Urkupina. El es­pacio que ocupa ya no se mide solamente en hectáreas. Jorge Castillo, el hombre más impor­tante de la feria, también pien­sa en bits, por lo que abrió una sucursal virtual, mercadolasalada.com. Además, se embarcó en una aventura de marketing cuando, en el rally Dakar 2010, auspició a los argentinos Walter Kent y Cristian Rubinetti, quienes corrieron con una camioneta Toyota Hilux pin­tada de celeste y blanco.
El crecimiento de la Salada no cesa. Tras facturar el récord de 15 mil millones de pesos en 2009 (contra 8.500 millones de los cen­tros comerciales), aparece un nuevo desafío: expandirse inter­nacionalmente. “Podemos vender una chomba a diez dólares”, ya avisó Castillo, que planea abrir una sucursal en Miami.

Recuadro 2
Cómo llegar
En auto, la feria está a 30 minutos del Obelisco. Sin em­bargo, los visitantes llegan, en colectivo. Desde el Centro, son 90 minutos de viaje, y algún tras­bordo. Son siete las líneas que se acercan: 354, 263, 585, 257, 266, 148 y 271. Aunque los miércoles el panorama es otro, los sábados los colectivos llegan llenos y el destino de los pasajeros es el mis­mo: hay que tener calma. La paciencia también es necesaria para conseguir buenos precios. Aquí también se aplica aquella máxima: “hay que caminar y caminar”. Hay que saber buscar y tener recomendaciones sobre los puestos de la zona formal. En la zona informal, en cambio, se necesita estar alerta y una cuota de suerte. Con todas estas claves, el visitante puede comprar los mismos productos que ve en los centros comerciales, pero por la mitad del precio. En el ranking de los más buscados, el primer lugar lo ocupan los productos electróni­cos. Esos celulares que afuera valen $400 (con cámara y repro­ductor de MP3), en la feria apenas superan los $100. El segundo ru­bro es el de la ropa interior. Un conjunto de primera marca, que en los negocios está $120, se puede conseguir a $70. Y con el mismo packaging. Claro que los precios, en Solano, son variables: para aprovechar las oportuni­dades, hay que estar entrenado en un viejo deporte, el regateo.

La esclavitud moderna

La trata de personas para fines de explotación sexual es un problema de nuestras sociedades, sobre el que el común de la gente conoce muy poco. Diversas organizaciones luchan contra esta problemática ante la necesidad de generar un cambio cultural.

Por Guillermo Martínez y José Bava (Comisión 35)

A pesar de que vivimos en “democracia” y bajo el amparo de la Constitución, sobrevive en nuestro país una forma de esclavitud cuyos antecedentes se remontan en la historia y que ha persistido hasta hoy, con una presencia cada vez más amenazante. Según datos de la OIT, la trata de personas genera ingresos anuales de 32.000 millones de dólares en todo el mundo. Es la tercera actividad más rentable del crimen organizado internacional, después del tráfico de drogas y la venta ilegal de armas. Se estima que cada año 800.000 personas son víctimas de este delito. El 85% de la trata de personas en el mundo es para comercio sexual, y tiene como víctimas a mujeres, niñas, niños y adolescentes. Esta actividad criminal puede tener como fin la explotación sexual, laboral o la venta de órganos.
La trata de personas con fines sexuales siempre ha venido de la mando de la prostitución, negocio ilegal en nuestro país, pero que históricamente ha contado con la tolerancia del Estado y parte de la sociedad civil. De esta manera, esta problemática no solo refleja deficiencias del sistema político-jurídico de nuestra sociedad, sino que también interpela desde el punto de vista cultural.
Desde una perspectiva legal, la prostitución está prohibida en la Argentina. Nuestro país firmó la Convención de Naciones Unidas de 1949, “para la represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena”. Esta Convención establece que toda forma de explotación de la prostitución ajena es punible, sin importar el consentimiento de la víctima. Prohíbe el establecimiento de prostíbulos y la reglamentación de la prostitución. No divide entre Prostitución y Trata porque considera que una es consecuencia de la otra. Sin embargo, hasta el reciente decreto presidencial que prohíbe el rubro 59, todavía podían leerse avisos de oferta sexual en los diarios y, en las calles de capital, aun hoy hay abundantes “papelitos” en cabinas de teléfono u otro soporte, que promocionan la prostitución.
Sindicato y reglamentación
La Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), nació, en 1994, para denunciar el abuso y la violencia policial hacia las mujeres que realizaban “servicio sexual” en las calles de la ciudad de Buenos Aires. En 1995, las mujeres de AMMAR comenzaron a formar parte de la Central de Trabajadores Argentinos. Actualmente, se definen como el Sindicato de Mujeres Trabajadoras Sexuales de la República Argentina “para tener los mismos derechos y las responsabilidades de los y las trabajadoras del país”, como puede leerse en su sitio web. Con respecto a la trata de personas, la organización, a través de su líder Elena Reynaga, ha denunciado este delito y pedido la penalización en numerosas ocasiones. Al respecto del decreto presidencial que prohíbe el rubro 59 como medida de prevención contra la trata, AMMAR emitió un comunicado en el que queda clara su postura sobre el tema: “Prohibir la publicación de anuncios es una medida que sólo logra criminalizar nuestra actividad. Es sólo a través de la regulación del trabajo sexual que se podrá iniciar una lucha conjunta que permita dar batalla a las grandes mafias instaladas en nuestro país”. Es decir, la respuesta está en la regulación.
Abolicionismo
No todas las mujeres que en un principio lucharon juntas contra la violencia policial estaban de acuerdo en la figura de “trabajadoras sexuales” y en la conveniencia de sindicalizar la actividad. En 2003, un grupo se separó de la organización que preside Elena Reynaga, y formó la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos, también conocida como AMMAR Capital. Esta asociación forma parte de la Campaña: “ni una mujer más víctima de la prostitución”, que comenzó sus actividades en 2008. Esta campaña nuclea diferentes grupos de mujeres feministas abolicionistas. Marcela D´Angelo, integrante de la Campaña desde sus inicios, expone el mensaje abolicionista: “es posible un mundo sin prostitución, y eso tiene que ser el resultado de la inclusión y del cambio cultural, no de la represión. Son nuestras compañeras, las mujeres en situación de prostitución. Decimos mujeres en situación de prostitución porque no se definen como trabajadoras sexuales. Se definen en situación de prostitución, tratando de salir de ahí”.
Con respecto a la lucha contra la trata, D´Angelo sostiene que no puede separarse esta problemática de la prostitución: “Nos dimos cuenta que teníamos que enfocar el tema de la prostitución, porque la trata es una forma de incorporar mujeres a la prostitución. Las mujeres no nos incorporamos alegremente como dicen por ahí. A las mujeres, el sistema prostituyente nos incorpora por pobreza, por ignorancia. Porque las mujeres somos las más pobres entre las pobres, las más ignorantes entre los ignorantes, todavía nos quedamos con los hijos y, además, nos culturalizan para que nuestro cuerpo sea usado por cualquier varón a su placer. Es decir, somos al servicio de. Esto es lo que nosotras llamamos el sistema prostituyente.”
Para las abolicionistas “Ninguna mujer libre elige la prostitución. Porque la prostitución son cuarenta violaciones por día. Es la institucionalización de la desigualdad entre mujeres y varones. Desde ese punto de vista nosotras encaramos la lucha contra la trata.”
Entre las integrantes de la Campaña hay mujeres que estuvieron en situación de prostitución, mujeres que todavía están intentando salir de esa situación, profesionales: abogadas, arquitectas, psicólogas sociales, maestras. Se definen como autoconvocadas y autofinanciadas. Trabajan de manera horizontal, buscando el consenso, “como sabemos trabajar las mujeres”, explicita D´Angelo.
En coincidencia con la postura de Marcela D´angelo, se encuentra la de María Paula García, docente en Ciencias Biológicas, quien participa activamente en la Asociación Civil “La casa del Encuentro”, una organización fundada el cuatro de octubre del 2003 y dedicada a fomentar una red social y política contra toda forma de violencia, abuso y discriminación hacia las mujeres, niñas y niños. A través de años de estudio, articular proyectos y realizar análisis sobre la situación de desigualdad en la que se encuentran las mujeres en la sociedad, desarrollaron desde su práctica y teoría, desde la categorización que definen como “feminismo popular”: concepto que funciona, tomando definiciones de las diferentes corrientes del feminismo, como una herramienta esencial para la transformación social porque cuestiona el orden establecido y su expresión en el sistema patriarcal, machista y sexista. Partiendo de esta caracterización, queda claro cómo se vinculan con el Estado: “Nuestra relación con el Estado es de denuncia y de exigencia. De denuncia porque si bien la trata de mujeres es un negocio llevado a cabo por bandas de proxenetas con conexiones continentales e internacionales, estas bandas no pueden operar sin la complicidad del Estado, y para ser más precisa: de la policía, de la gendarmería, la prefectura, el poder judicial. Por eso lo denunciamos, por acción u omisión en el tema”.
Políticas de prevención
“Nosotras luchamos por políticas públicas de prevención y asistencia a las víctimas”, cuenta Victoria Freire, integrante de Socialismo Libertario (SL), donde realiza sus actividades de militancia en la comisión de género de dicha agrupación. Y agrega que “no hay políticas públicas reales acerca de esta cuestión. Tampoco hay verdaderas posibilidades para que las mujeres liberadas que quieran y puedan salir de la situación de prostitución tengan a su alcance los medios que les permitan vivir de otra manera”. Y esto debe destacarse: mientras no se erradique la trata, los refugios para las víctimas son espacios de seguridad indispensables y lugares donde las mujeres puedan recibir el apoyo y la contención para continuar con su vida. Pero ¿cuánto presupuesto de destina a este tipo de emprendimientos?: “Prácticamente nada”, asegura Victoria.
En este sentido, además de la batalla contra los tratantes y proxenetas, es necesario que todas las mujeres tengan el acceso a un trabajo digno, a cobertura social, derecho a la vivienda y a la salud; para que todas se apropien de sus cuerpos y de su sexualidad y puedan decidir libremente, sin estar condicionadas a ofrecer su cuerpo como una mercancía para sobrevivir.
Se trata sí de una batalla, y en diferentes planos. Es batalla para exigir al Estado el cumplimiento efectivo de las leyes, la lucha real contra el negocio de la trata y la aplicación de políticas públicas reales y concretas que amparen y sostengan a las mujeres. Es una batalla cultural y política en la sociedad porque se sigue tolerando que el cuerpo de las mujeres sea algo que puede ser comprado, alquilado, vendido y descartado. La sociedad debe pensar y actuar diferente, responsabilidad que recae sobre todo en los varones, ya que son los principales clientes. Victoria da ejemplos de las iniciativas que llevan a cabo en este sentido: “Las organizaciones que luchamos contra la trata y la prostitución tenemos una consigna que dice: “El hombre nuevo no va de putas”; “Rompé la cadena del negocio: no pagues por sexo”; “Si la prostitución es un trabajo: ¿enviarías a tu hija a un bachillerato con la especialidad en esa rama del mercado laboral? Pensalo”.

Recuadro 1

La ley de trata
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, en Noviembre de 2000, la “Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional”. Y sus tres protocolos adicionales entre los que se encontraba el protocolo para “Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, en especial de Mujeres, Niños y Niñas”. Nuestro país ratificó la Convención en el año 2003, mediante la ley 25.632. Como consecuencia de esto, se sancionó la Ley nacional de trata de personas, que obtuvo media sanción en el Senado en 2006 y se terminó de aprobar en Cámara de Diputados, en 2008.
Sin embargo, hay un punto central de la ley que despertó el rechazo de distintas entidades, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y la Secretaría de Derechos Humanos. La polémica se desató porque la ley establece la distinción entre víctimas mayores y menores de 18 años. En el caso de las mayores, para que se constituya el delito de trata, se debe probar que fueron reclutadas y trasladas mediante “engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier medio de intimidación o coerción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad o pagos”.
Para las ONG, sería muy difícil probar que hayan intervenido alguna de estas circunstancias porque muchas veces no se realiza la denuncia dado que las víctimas son reacias a declarar ante la Justicia, tanto a causa del terror por las situaciones vividas, como por la incertidumbre sobre su futuro, ya que es muy probable que el proxeneta pague la fianza o cumpla penas mínimas. Por esta razón plantearon que no debe tener que probarse si hubo o no consentimiento, para que se constituya el delito. En septiembre de este año, el Senado dio media sanción a un proyecto sobre trata de personas que modifica la ley de 2008, en los puntos más polémicos de aquella norma: no acepta en ningún caso que el consentimiento de la víctima pueda exculpar al victimario, y propicia en todos los casos el cumplimiento efectivo de la pena. Además, incluye entre los delitos la promoción de la pornografía infantil. Establece el número telefónico 145 (ya fijado por decreto) para recibir denuncias desde todo el país, incluso por mensaje de texto.

Recuadro 2

“Sin cliente no hay trata”
Desde la postura abolicionista, se interpela cada vez más al “cliente”, quien es considerado un “prostitúyete”, ya que si no hubiese una demanda permanente, el negocio de la prostitución no sería lo que es. Sin embargo, la demanda es una pieza que suele permanecer invisible. Daniel (nombre falso, dado que el entrevistado pidió que se preserve su identidad), actor, ha visitado distintos prostíbulos de la ciudad de Buenos Aires.
¿No siente que está contribuyendo a un régimen de explotación de la mujer?
No, de ninguna manera. En los lugares a los que yo fui, las chicas no están ahí por obligación, para darle de comer a sus hijos. Son chicas que tienen otra situación. Están ahí por elección, es otro ambiente. No te imagines una chica pobre, sacrificada por su hijo. Cobran bien y son chicas que están ahí porque les gusta. Es trabajo, algunas se pagan los estudios.
Sin embargo, es un “trabajo” al menos muy exigente…
A veces me di cuenta que la mina estaba cansada, era muy mecánica. Pero otras veces no.
¿Nunca pensó que alguna de las mujeres a las que le pagó por sexo podía ser víctima de trata?
No lo hacen por obligación. Eso es en lugares muy under. Una vez entré a uno con un amigo y era muy desagradable. Además te tratan mal. Nos dio “cosita” y nos fuimos. Pero en Buenos Aires hay muchos lugares donde tenés que pagar, pero las minas son otra cosa. Y están todas limpias. Es otra calidad.
¿Estarías de acuerdo en que una hija tuya sea “trabajadora sexual”?No.

Recuadro 3

Marita Verón, el caso emblemático
Desaparecida desde el tres de abril de 2003 cuando tenía 23 años, esta joven oriunda de Tucumán cayó bajo las oscuras garras de las redes de trata. Ese día salió de su casa del centro de Tucumán para realizarse un chequeo cuando desde un auto rojo descendieron unos hombres —de acuerdo a testimonios de un testigo—, le pegaron un culatazo en la cabeza y se la llevaron. María de los Ángeles Verón, tal cual su nombre, permaneció desaparecida los dos días siguientes. Al tercero, fue vista en la localidad de La Ramada, a unos 30 kilómetros de su casa de Tucumán. La encontraron tambaleante, como si hubiese sido sedada, y usaba unos tacos altos en lugar de las zapatillas que tenía cuando salió de su casa. El patrullero que la levantó la dejó en un ómnibus que se dirigía hacia Tucumán, aunque nunca llegó a su destino. Al parecer había llegado hasta ahí luego de escaparse de una fiesta sexual. El relato de los policías que recogieron a Marita en La Ramada no suena convincente. Todo indica que la devolvieron a aquel lugar. Otra víctima contó que fue retenida por un proxeneta, quien luego la vendió por 2500 pesos a una whiskería de La Rioja. Más testimonios aseguran que Verón llegó incluso hasta España. La investigación llegó hasta tres cabarets riojanos que operaban como tapaderas de prostitución. La cámara de Apelaciones de Tucumán los definió así: “Lugares destinados al ejercicio de la prostitución donde hay un sistema de reclutamiento de mujeres incluso mediante su privación de libertad”. El caso de Marita Verón se ha vuelto emblemático por las ramificaciones que ha tenido, con evidencias de complicidad tanto policial como judicial y política con las mafias de tráfico sexual del noroeste argentino y las conexiones que estas redes mantienen con otras que operan en el país y en el extranjero. El expediente judicial abierto tras la desaparición de Marita es un auténtico manual sobre trata de personas en la Argentina. El caso también se ha vuelto reconocido por la lucha llevada a cabo por la madre de Marita, Susana Trimarco, a quien las mafias de trata tienen amenazada de muerte.

Recuadro 4

Guía de prevención para mujeres que viajan
La asociación civil “Madres de Constitución” es una organización que brega por la seguridad y bienestar de los habitantes del país. Bajo la consigna “!Basta de trata¡”, son sus objetivos “trabajar, activar, desarrollar la vigencia de todos los derechos de todas las personas que habitan el territorio”, tal cual figura en su página de Internet. Asimismo, como forma de encarar sus metas, solicitan los informes de gestión elaborados por funcionarios públicos con cargos en los tres poderes del Estado, Nacional, Provincial y Municipal a la vez que buscan promover el control ciudadano de las fuerzas de seguridad en el ejercicio de sus funciones, desarrollando propuestas y solicitando documentación e informes a funcionarios titulares en estas áreas, en todos sus niveles.
En su misma página publican unas “Medidas de Prevención para la Seguridad Personal en situación de viaje, trabajo en el extranjero o abandono en el hogar”. Esta guía nació como producto del proceso de investigación en conjunto con la Fundación Adoptar, luego de que esta última —una organización querellante en juicios de tráfico internacional de bebés— fuera invitada a dar una conferencia en la ciudad de Mazatlán en Sinaloa, México. Esta es una ciudad controlada por el narcotráfico por lo que viajar por tales motivos resultaba una situación de alto riesgo.
Al indagar en la Cancillería Argentina para saber si existía algún plan o prevención de seguridad para viajeros en esta situación encontraron que esto no era así, de modo que desarrollaron ciertas prevenciones. La guía contiene numerosos consejos y previsiones ante eventuales propuestas de viaje y ofertas de trabajo y sugiere cómo actuar frente a determinadas proposiciones. Si la oferta es de trabajo, se puede comprobar quién es la persona que te empleará; si ofrece facilidades, alguien que te contrata para que trabajes en otra ciudad debe afrontar todos tus gastos, por ello, no se deben asumir deudas con el empleador. Por otro lado, si la oferta resulta muy ventajosa y fácil de lograr es necesario desconfiar de la propuesta. Y siempre resultará fundamental comprobar los datos de la persona que ofrece el viaje. Cuando uno decide viajar, será conveniente comunicarse con el Consulado del propio país anunciando la llegada y el motivo del viaje. Se aconseja también manejar el propio equipaje y siempre solicitar la documentación del empleador: si éste se niega a brindar sus datos o impide la comunicación con la Cancillería, puede existir peligro de secuestro, en cuyo caso se debe pedir ayuda urgente.

Casas Tomadas

Pese a los avances registrados en los últimos años, el problema del acceso uniersal a la vivienda digna sigue siendo sin resolverse y alcanza niveles críticos en la ciudad de Buenos Aires.

Por Paz Muñoz Diumenjo y Branko Gueper (Comisión 35)
“Primero hay tres o cuatro personas que buscan casas o edificios vacíos, cuando encuentran alguno lo toman y se quedan viviendo allí por una semana, si no pasa nada, si los vecinos o la policía no llegan a molestar, llaman a sus familiares o conocidos para que lo habiten. Aquellos que `rompen candados` (los primeros en usurpar) son como los dueños y venden las habitaciones. Yo compré una por 400 pesos, pero ya llevo 9 años viviendo acá”, expresaba Nalda Valencia, dueña de una pieza de la casa ocupada más antigua del barrio de Once.
“Cuando una persona ocupa una casa y quiere beneficiarse, te la vende y como vos la necesitas, terminas comprando el pedacito; es muy caro hoy en día alquilar y si tenés chicos no te aceptan, ya uno es multitud”, comentaba -desde otro espacio en conflicto- Ángela Aparicio madre de dos hijos de nacionalidad peruana.
Vivir en una ‘casa tomada’ no es una elección que muchas personas quisieran tomar. Sino una obligación ante la escasez habitacional y la crisis económica que impide alquilar una casa o un departamento. La primera problemática enunciada es menos difícil de resolver que la segunda.
Desde hace más de una década, Buenos Aires dejó de crecer intensamente hacia arriba -a través de la construcción de edificios- y comenzó a ensancharse, inventando barrios en donde antes sólo había terrenos baldíos.
Una caminata por El once -el barrio no oficial más conocido de Capital Federal- permite dar cuenta de esa realidad. La de Perón al 2060 es una de las 10 mil casas tomadas de la Capital. Es una casa refugio, y no una guarida. Su portón de madera antiguo es la puerta a un contexto que no quiebra con la geografía del barrio.
El tiempo que una familia puede vivir en una ‘casa tomada’, si bien implica evitar pagar un alquiler mensual, es incierto, dependiendo del avance del proceso judicial. “Esta casa tiene 15 años y hoy en día no está en situación de toma, la jueza María Romilda Servini de Cubría nos dio una resolución que nos respalda. Así que no se va mas nadie, sino, que al contrario viene cada vez más gente”, contaba Ángela.
Asimismo el desalojo (aún de habitaciones alquiladas en villas) coexiste con el peligro de una acción represiva, basada en el resguardo de la propiedad privada.
La antropóloga María Cristina Cravino, investigadora de la Universidad General Sarmiento, cree « correcto» hablar de mercados inmobiliarios «extralegales», donde las reglas del juego de los segregados no se construyen en contra de la ley oficial, sino que vienen a cubrir vacíos dejados por el Estado y exclusiones provocadas por el mercado. Desde esta perspectiva, explica, la auto urbanización incluye «características de localización y constructivas extralegales, que no se ajustan a la normativa que regula la ocupación de la tierra ni la construcción de la vivienda, pero al mismo tiempo da cuenta de estrategias de asociación y cogestión del hábitat ante la necesidad».
En ese marco, las situaciones de judicialización generan la necesidad de incrementar las acciones de regularización dominial en los asentamientos urbanos, para lo cual deben incorporarse modificaciones en el marco legal vigente y simplificar los procedimientos.
Hay que recordar que en 2002, tras la devaluación y pesificación de la economía, se tocó el piso de inversión en vivienda. Ese año sólo se registraron 22.000 soluciones habitacionales, pero ya en 2007 y en los años siguientes se superaron las 100.000. Asimismo, el Estado nacional, elevó fuertemente el gasto público en vivienda, desde el 0,2% del PIB en 2002-2003 a un nivel del 0,6% en 2005-2010.
Sin embargo, es ese mismo Estado el que impone categorías como las de indigencia y pobreza que son la base de medida para acceder a una asistencia social. Según comenta Nalda por haber mejorado mínimamente sus ingresos, el gobierno de la Ciudad no reconoce que le corresponda un plan social. “El estado no nos da ningún tipo de ayuda, y al ser de otra nacionalidad tengo que realizar un montón de trámites que no están a mi alcance .Los únicos que nos dieron una mano y se acercaron fueron los del polo obrero (Partido Obrero) nos han ayudado un montón con las situaciones de desalojo y la organización del espacio, pero todo es a cambio de algo y a nosotras con chicos chiquitos nos exigían ir a las marchas, nos ponían entre la espada y la pared porque ellos tenían mayor acceso a los planes de terrenos oficiales.”
Frente a estas situaciones la sociedad civil suele organizarse mediante lazos de solidaridad comunal que comprenden desde la utilización de un baño en común en los pasillos de las viviendas ocupadas como la organización de la autogestión mediante cooperativas de construcción. Mario -esposo de Ángela- pertenece a la Cooperativa Santa Rosa que ya logro, entre otras cosas, conseguir un subsidio del Gobierno de la Ciudad para el “Merendero Dulce Renacer” que funciona en Perón al 2060.
Entre las distintas experiencias cooperativas sobresale la del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), que inició su desarrollo en la ciudad de Buenos Aires y, hace aproximadamente 5 años, comenzó a replicarse en otras 6 provincias.
Un reciente balance realizado por Néstor Jeifetz, del equipo técnico interdisciplinario del MOI, y la investigadora del Conicet María Carla Rodríguez, destaca el aprendizaje realizado en los 90, hasta lograr la promoción explícita de los planes auto gestionados de vivienda, sumados al criterio de radicación.
En el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, ese proceso participativo confluyó en la ley 341/2000, a través de la constitución de una mesa multisectorial motorizada por el MOI, la Mutual de Desalojados de La Boca y la Comisión de Vivienda de la Legislatura.
La norma otorga créditos blandos para facilitar el acceso a la vivienda a familias de escasos recursos en la ciudad, y como rasgo central reconoce a las organizaciones sociales como sujetos de crédito y ejecutoras de los proyectos. El crédito se reintegra hasta un plazo de 30 años. Se subsidia la tasa de interés, con franjas entre un 0% y un 4% y prevé cuotas de devolución no superiores al 20% de los ingresos familiares. No establece restricciones mínimas por el nivel de ingreso para las familias, ni requiere ahorro previo.
Por esta vía, hasta el inicio de la gestión de Mauricio Macri, más de 2.500 familias adquirieron 110 inmuebles de localización urbana consolidada y se finalizaron 4 proyectos (339 viviendas). Actualmente hay unos 33 proyectos en ejecución (885 viviendas) administrados por distintas organizaciones sociales; otros 61 (de 1.535 viviendas) con previsión presupuestaria acordada; y casi 400 cooperativas y asociaciones (8.591 familias) impulsando otros emprendimientos en distintas etapas.
Uno de estos proyectos involucra la labor de la Cooperativa, mencionada anteriormente, a la que Ángela y su marido pertenecen “Nos ha ayudado también en lo que respecta a la asignación de un terreno para 36 familias en el barrio de Constitución pero aún no se ha logrado que se empiecen las obras de construcción”.
En un paseo por la gran casa ocupada se puede notar la precariedad de las conexiones eléctricas, el deterioro del revoque, las cien familias que habitan el hogar viven en condiciones que no asumen un carácter de “vivienda digna”, tal como lo respalda el derecho universal. Otra realidad que afecta a muchas de estas familias es su condición de inmigrantes, ya que se ven sometidos al maltrato verbal – y hasta a veces físico-.Ángela manifiesta claramente esta situación: “Acá los vecinos saben quién es quién, te maltratan verbalmente, nos tratan de peruanos cochinos y mugrosos. No es justo, nosotros migramos a la Argentina por un tema económico, al igual que muchos de ustedes se fueron para España”.
Es necesario, entonces, discutir los valores que legitiman el debate sobre la vivienda, como las prácticas de apropiación del suelo, son puntos centrales en esa agenda.
La persistencia del problema de vivienda en la ciudad a través de los ciclos económicos demuestra que el mismo no es un problema coyuntural sino estructural que lleva décadas sin resolverse. Esto significa que las respuestas estatales a la demanda habitacional han sido cuando no incorrectas, al menos insuficientes. La desigualdad urbana interpela a los distintos actores que intervienen en la problemática de la vivienda. Se trata, en definitiva, de debatir (y actuar) acerca de dónde tienen que vivir las familias. Todas, incluidas las más pobres. Y convertir el conflicto en eje de nuevas regulaciones –inmobiliarias y sobre la propiedad– que combatan la inequidad.

Proyecto Nuevo Costa del Plata

Por Ana Clara Azcurra, Nayla Zárate y Daniela Novick (Comisión 34)

Desde el año 2008, varios debates se instalaron acerca del megaproyecto que intenta la construcción de emprendimientos inmobiliarios lujosos al estilo de Puerto Madero en las costaneras de las zonas norte y sur del Gran Buenos Aires. ¿Por qué los vecinos se oponen? ¿Quiénes son los actores involucrados en tamaña inversión? ¿Cuál es el rol de los municipios?

Nuevo Costa del Plata es un proyecto pensado para las costas compartidas entre Avellaneda y Quilmes. Está impulsado por la empresa Techint con el aval de los municipios involucrados. Se pretende construir comercios, hoteles, restaurantes y una sede de la Universidad de Avellaneda. Sin embargo, la zona donde piensan realizarlo no está abandonada: es área protegida por ser reserva natural que contiene un humedal y una selva marginal desde 2003 bajo la ordenanza ordenanza 9348/02. Además, esas tierras se encuentran habitadas por isleños. Las consecuencias son mayores que los beneficios y por esto, los vecinos comenzaron a organizarse y a denunciar las irregularidades de este megaproyecto que pretende destruir espacios verdes fundamentales para la zona.

Algo huele mal

¿Cómo llega Techint a tener la posesión de estas tierras estatales que le permiten imaginar la posibilidad de llevar adelante este millonario emprendimiento inmobiliario que pretende convertir un patrimonio natural como la selva marginal, en unos cuantos metros de cemento?

Para dar respuesta a la pregunta, hay que remontarse a 1977. A través de la ley 8782/77, bajo el gobierno de facto de Videla, se firma un convenio entre la Provincia de Buenos Aires, representada por el Gobernador, General de Brigada Ibérico Saint Jean y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del Intendente Municipal Brigadier Osvaldo Andrés Cacciatore, que establece la necesidad de disponer en la Provincia de Buenos Aires, una serie de tierras fiscales que puedan ser aptas para llevar a cabo actividades de esparcimiento pero que a su vez “contribuyan al saneamiento ambiental, principalmente mediante la recuperación por rellenamiento y ulterior forestación de las áreas bajas anegadizas existentes a lo largo de la costa del Río de La Plata, desde el Riachuelo hasta la ciudad de La Plata, como así mismo la de similares características ubicadas en la Cuenca del Río Reconquista y del Arroyo Morón.”

De esta manera, se concebía al relleno sanitario como una técnica destinada a frenar el crecimiento de los basurales a cielo abierto que realizaban la quema de los residuos y a convertir la materia residual en un elemento destinado a elevar el nivel de las tierras y a contribuir a su fertilización y forestación.

Posteriormente, a través de la Ordenanza 33.691/77, se ratificaron los convenios celebrados entre la Municipalidad de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y se crea el Cinturón Ecológico Área Metropolitana Sociedad del Estado, más conocido como CEAMSE, sociedad inter jurisdiccional, de carácter privado que, en teoría, había sido creado para contribuir al equilibrio y la preservación de la zona, generando tareas de saneamiento y eliminación de la contaminación.

Para llevar a cabo tarea tan noble, el 11 de octubre de 1978, el CEAMSE firmó un contrato con Saneamiento y Urbanización S.A. (Syusa), empresa de la firma Techint, para que llevara a cabo estas tareas en la costa Sur del Río de la Plata, más específicamente en la zona de Villa Domínico, Partido de Avellaneda. Este acuerdo contemplaba la asunción por parte de Syusa de una serie de obligaciones: la creación de espacios verdes que deberían tener un mínimo de 75 árboles por hectárea, destinados a convertirse en áreas para llevar a cabo actividades recreativas, la existencia de caminos iluminados para que los vecinos pudieran tener acceso a esta zona, locales de guardabosques, un club náutico, instalaciones deportivas y dos cementerios. La concesión iba a ser por un plazo de 20 años.

A cambio, Syusa recibiría las tarifas y el tercio de las tierras recuperadas, es decir, aquellas tierras que habían sido rellenadas de basura y fueran posteriormente forestadas.

Cinco años antes de que el plazo se cumpliera, es decir, en 1993 la empresa Syusa en conjunto con el CEAMSE, bajo el gobierno menemista, realizó algunas “pequeñas” modificaciones al contrato original. Estas le permitían a la empresa empezar a acumular residuos de forma vertical formando una montaña de basura a cielo abierto, eliminar las obligaciones que habían sido asumidas hacía tan sólo 15 años y se modificaban las condiciones de pago. A partir de la fecha, Syusa no cobraría por hectárea recuperada sino por cantidad de basura depositada y se le abonaría no con áreas rellenadas y posteriormente forestadas sino con tierras no contaminadas.

De esta manera, se le estaba pagando a una empresa por contaminar con tierras estatales y por sobre todo ricas en diversidad ambiental. Así, Syusa se apoderó de 232 hectáreas al borde del Rio de la Plata, tierras que justamente en la actualidad son concebidas como el nuevo espacio destinado al proyecto Nueva Costa del Plata, que encabeza la empresa Techint.

Al respecto, Nieves Baldaccini, vecina asambleísta del Foro en Defensa del Río de la Plata, afirma “Si durante 26 años una empresa como ésta estuvo a cargo del manejo del relleno sanitario y no cuido nada, al contrario, contaminó toda la región, ¿cómo vamos a creer ahora que va a proteger la reserva natural? No puede ser que se los premie a estos señores con tierras que son de todos”.

La labor llevada a cabo por Syusa durante esos años no pasó desapercibida para los vecinos de la zona. La empresa es la culpable de generar un incremento en los niveles de contaminación sobre todo considerando que este predio recibía más de la mitad de los 5.4 millones de toneladas de basura anual producida en la Capital Federal y el conurbano bonaerense. El CEAMSE arrojaba 8.000 toneladas por día de desechos sobre tierras que no fueron impermeabilizadas, contribuyendo así a la contaminación de las napas acuíferas a través de los líquidos lixiviados.

Actualmente, este jugo de la basura, pese a que desde hace 7 años ya no se arrojan más residuos, sigue generando efectos nocivos e inhibiendo el crecimiento de la vegetación de la zona afectada, según el testimonio de Carlos García, un vecino asambleísta de la zona. Las montañas de basura fueron la fuente de emanación de diversos gases nocivos, como el metano, que generaron graves consecuencias de salud: alergias, distintos cuadros de leucemia infantil, cánceres de todo tipo, enfermedades respiratorias, cardiológicas, intestinales, sanguíneas, dermatológicas, entre otras. Los cientos de casos que se presentaron en la zona fueron el motor para que se creara la agrupación “Las madres de las torres”, un grupo de mujeres pertenecientes a las Torres de Wilde que iniciaron la lucha en el año 99 para frenar la contaminación abierta que realizaba el CEAMSE, viendo que sus hijos morían principalmente de leucemia y cáncer producto de estos sucios negociados.

Finalmente, a través de la lucha de los vecinos y con el apoyo del intendente de Avellaneda, de ese momento, Oscar Laborde, el predio fue cerrado el 31 de Enero de 2004.

Sobradas consecuencias para oponerse

La oposición es entonces a un proyecto inmobiliario en una reserva natural, y también a que quien contribuyó a la contaminación de la ribera no sea premiado. Nieves Baldaccini relata: “Cuando presentan el proyecto, nos sorprendió porque esa zona era la que había sido afectada por el relleno sanitario del CEAMSE y lo único que quedaba libre era la selva marginal. Empezamos a averiguar, a conectarnos con biólogos e informarnos sobre lo que pasaba. Entonces, nos enteramos que también había un humedal”.

Elián Guerrero, estudiante e investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata y del Museo de la Plata quien ha participado de grupos de trabajo en la ribera quilmeña, explica al respecto que “un emprendimiento inmobiliario como el llamado Costa del Plata, traería consecuencias negativas sobre el ecosistema. En principio, lo hará porque no contempló resguardar un área de amortiguación entre las edificaciones y el bosque. El bosque, se quiera o no, recibirá un considerable disturbio que por el llamado "efecto borde" espantará gran parte de la fauna local. Y ni hablar de las lagunas y bañados, que serán desconectadas unas de otras e inmersas en una matriz de cemento”. Por último, concluye: “Está claramente demostrado y ejemplificado en Capital Federal, Quilmes y Punta Lara, que cuando se construye cerca del Río de la Plata se intervienen directamente las fuerzas del oleaje de las grandes sudestadas. El resultado es un rebote del oleaje que lava la arena y eventualmente deja a la zona sin playa. En Avellaneda y Quilmes esto se agrava porque lo que lavaría es el piso del bosque. La supervivencia de la mitad del ecosistema se verá afectada por ello.”

Es por esto, que para proteger la reserva y sabiendo qué tipo de proyecto se quiere realizar y quiénes están detrás, los vecinos autoorganizados están luchando para no perder el último pulmón verde de la región (que a su vez funciona como área recreativa) y defender a la gente que vive allí y que debería abandonar sus casas, ya precarias, por el impacto del proyecto: se prevé oficialmente la construcción de edificios de viviendas para 25 mil personas y oficinas que recibirían otras 25 mil a diario.

“Para generar conciencia sobre la importancia de la ribera los vecinos seguimos organizando caminatas, recorriendo gran parte del espacio en conflicto. Es de esa manera como cada persona puede entender, conocer y hacerse preguntas para sacarse todas las dudas con las que vengan o simplemente afirmar lo que ya suponían.”, contó Macarena Castro, vecina asambleísta.

Hasta ahora, el municipio de Avellaneda ya aprobó el proyecto pero se está a la espera de Quilmes, donde su concejo deliberante no da quórum. Aún así, los funcionarios quilmeños afirman que el proyecto va a concretarse y en los hechos, el pasado 20 de agosto se inauguraron viajes a Puerto Madero en catamaranes-colectivo.

Por lo tanto, el emprendimiento tendría un impacto a nivel demográfico por la expansión habitacional y poblacional desmedido; un impacto ambiental por la perdida del ecosistema de la reserva natural y un impacto social ya que los lugareños deberían abandonar sus viviendas.

Qué atrasado está el progreso

Si hay algo en que Techint y el municipio de Quilmes han acordado, es en sus ideas respecto del progreso y sus formas de alcanzarlo. Donde hay un área verde ellos encuentran que hay un espacio que no está siendo aprovechado, un baldío que ocupa lugar ocioso y no genera ganancias. Ganancias traducidas en dólares, claro está.

La salud y el medioambiente sano no pertenecen al mundo de los ingresos empresariales y del progreso del que tanto han querido convencer los funcionarios del municipio a la Asamblea de vecinos. ¨Es demasiado antropocéntrico llamar "progreso" a un proyecto tan desbalanceado como este que, además de desfavorecer demasiado a la flora y fauna silvestre del sitio, no constituye más que un negocio para un mínimo sector privilegiado de la sociedad. ¿Pero cómo va a entender este sector las desventajas de la explotación de la naturaleza por el hombre si no entiende siquiera las de la explotación del hombre por el hombre?¨ reflexionó al respecto Elián Guerrero. Además, agregó: ¨Creo que no puede existir progreso humano sin un progreso en las relaciones entre éste y su entorno. Es sólo una cuestión de mutualismo lo que resolverá la mayor parte de los problemas ambientales. Lo que ha surgido en Bernal como un movimiento autoconvocado de vecinos es un principio¨.

En la definición del joven investigador encontramos uno de los pilares sobre los que se ha asentado la Asamblea: el trabajo conjunto con quienes luchan por un mejor medio ambiente y con todas las organizaciones que se acerquen a participar y dar su apoyo.

El movimiento Hagamos lo Imposible, quien realiza actividades culturales en la zona, se ha unido a la causa. Uno de sus integrantes, Juan Manuel Pescio, evalúa que ¨ningún actor político o social en particular tiene la influencia y capacidad de enfrentarse a Techint, sino más bien alimentar el marco de relaciones, que confluyan diversos agrupamientos, movimientos, partidos, independientes, y apuntar a instalar al masivo la problemática, lo cual le genera a la empresa costos políticos ante cualquier intento de avance de algún tipo.” La idea que reina en esta última definición es que el conflicto logre la mayor difusión y concientización entre los vecinos de Quilmes, ya que es la forma de controlar el accionar ilegal del municipio y de Techint.

Por otra parte, Jorge Trevin, ingeniero forestal con master en recursos naturales ha estado investigando respecto del proyecto y ha concluido que por lo general, los gobiernos abandonan las zonas verdes en las cuales haya intereses inmobiliarios multimillonarios como forma de permitir su rápida degradación para facilitar luego la aceptación de los proyectos como forma de ¨recuperar¨ el terreno. En resumen, a su entender ¨el caso muestra a la tierra pública como sujeto de negociado, la privatización de la planificación urbana, la manipulación como sucedáneo de la participación pública, y las deficiencias graves en lo técnico e institucional en la gestión ejecutiva de dos municipios importantes del Conurbano¨.

El artículo 41 de la Constitución Nacional dice que todos tenemos derecho a un ambiente sano y a su preservación para generaciones futuras, pero también aclara que ¨el daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley¨. Techint está intentando recomponer la destrucción de sus años de gerenciamiento de esas tierras con mayor destrucción. Entonces, ¿progreso para quién? se preguntan en la Asamblea de vecinos autoconvocados en defensa del Río de la Plata. Y contestan ¨para llenarse los bolsillos ellos seguro que es un progreso, pero para la calidad de vida de la naturaleza y para todos nosotros ¿es progreso? No¨.

Recuadro 1

Un caso similar

El vial costero, en Vicente López, también forma parte de los intentos que todos los municipios con salida al río están llevando a cabo por colonizarlo y convertir sus costas en nuevos Puerto Madero.

Se trata, en este caso, de un proyecto muy controvertido que impulsa el municipio de la zona aprobado en una sesión del concejo deliberante cuestionada por ser tramposa el 24 de diciembre del 2004 a las 4 de la madrugada.

En concreto, lo que los funcionarios hicieron fue aprobar excepciones a las leyes que no permitirían o frenarían la construcción de una autovía que desde los órganos oficiales dice ser parte de un aporte a mejorar el tránsito hacia Capital Federal y alrededor de la cual se construirían torres de departamentos, restaurantes y un Shopping.

El conflicto comenzó cuando algunos vecinos se enteraron de lo que estaba sucediendo y decidieron convocarse bajo el nombre de Asamblea de Vecinos de Vicente López para frenar el proyecto: lo denunciaron como un gran negociado inmobiliario donde cada concejal/diputado cobró su comisión por hacer la vista gorda a los pedidos de impacto ambiental y de consulta ciudadana que ellos realizan. Al respecto, Iris Dirigliano, referente de la Asamblea afirma: ¨El sistema político de Vicente López es de imposición y de ocultamiento, de modo tal que el inversor tiene garantizado la no oposición de ningún pseudo vecino aportante de ABL todos los meses. Ese sistema de imposición, donde yo tengo todo el Concejo Deliberante de mi lado, hace que el inversor tenga garantizado que nadie lo vaya a molestar.”

Recuadro 2

Vida y cultura de la ribera de Quilmes

Actualmente en la ribera de Quilmes viven familias que disfrutan de la vida isleña y que provienen de generaciones de habitantes de su delta. ¨La costa del Río de la Plata es el marco para el desarrollo de una cultura propia, la cultura de la ribera, de los hombres y mujeres del río que aprendieron durante generaciones a vivir adaptados a su ciclo¨, relata Hernán Laita, docente e investigador que habita la zona. Y prosigue ¨Estos santuarios de cultura y biodiversidad no pueden ser entregados a los intereses especulativos del mercado inmobiliario. El Río de la Plata fue disfrutado por generaciones de argentinos, y sus costas deben seguir siendo públicas, con usos que contemplen el libre esparcimiento de las personas, el resguardo de sus funciones ecológicas fundamentales y de su abundante biodiversidad¨.

Recuadro 3

Día mundial del humedal

El Día Mundial del Humedal se celebra desde 1971 todos los 2 de Febrero. Se declaró ese año en la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida abreviadamente como Convenio de Ramsar, en Irán. El objetivo general de ese evento fue abogar por el cuidado y conservación de los humedales a nivel internacional como forma de un mejor desarrollo sustentable a nivel mundial para las generaciones futuras.

¿Qué es un humedal? Es una zona de tierras planas que se inundan con facilidad, generando por esta característica un ecosistema de flora y fauna tanto acuática como terrestre. ¨Los humedales, en general, tienen funciones ecológicas fundamentales como amortiguación de crecientes, retención y reciclaje de materiales contaminantes con la consecuente limpieza del agua, producción de oxigeno, recarga de acuíferos, además de ser zonas de abundante biodiversidad¨, afirma Hernán Laita.

En Argentina, país que firmó el Convenio, actualmente, se conocen 19 sitios considerados humedales para la protección como patrimonio de cuidado nacional, entre los más conocidos la bahía de Samborombom, la Laguna de Mar Chiquita y los Esteros del Iberá.