lunes, 28 de abril de 2008

Movilización de docentes y estudiantes de la UBA (cobertura de la jornada de protesta del 31 de marzo)

Por Sandra Spina / Comisión 8
En el marco del paro nacional, estudiantes y los docentes universitarios nucleados en la CONADU Histórica, realizaron una gran movilización desde Plaza Houssay hasta el Ministerio de Educación, a fin de reclamar al Gobierno mejoras salariales, movilidad de las jubilaciones, aumento de presupuesto y mejoramiento de las condiciones edilicia y reiniciación de las obras de la sede única de Sociales. En apoyo a esta marcha, los estudiantes de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) también llamaron a la movilización para acompañar el pedido de los profesores.
Uno de los puntos centrales que motivó la convocatoria fue el rechazo de la oferta del Gobierno de un “incremento” salarial del 19,5 porciento dividido en tres cuotas hasta fin de año. En ese sentido, para enero del próximo año, el cargo testigo de la docencia universitaria aumentaría 177,46 pesos sobre la cifra de cobro actual, distribuido en tres cuotas de 60 pesos aproximadamente. Una propuesta irrisoria teniendo en cuenta que los índices de inflación son cada vez más preocupantes. Ante esta situación, los profesores reclamaron un aumento de, al menos, media canasta familiar (es decir, el equivalente a dos mil pesos). Sin embargo, la discusión salarial no concluyó en un acuerdo definitivo motivo por el cual el próximo jueves 3 de abril se convocó a una nueva mesa de negociación con funcionarios, gremios y rectores en la sede del Consejo Interuniversitario Nacional, con vistas a realizar una nueva huelga en caso que el encuentro no satisfaga las expectativas.
Al respecto, la secretaria general de la CONADU Histórica, Claudia Baigorria, calificó a la propuesta del Gobierno como “insultante” y “carente de racionalidad” y recalcó que “íbamos a rever nuestra medida de fuerza si había una oferta superadora, pero lo que se nos propone es una rebaja salarial”.
Por otra parte, se hizo patente la disconformidad con la situación de los docentes que continúan trabajando gratis en todas las facultades. Más precisamente, de los dos mil cargos conquistados en la UBA y los docentes ad honorem que aún no han podido cobrar sus correspondientes salarios tal como el Gobierno lo había prometido. Del mismo modo, también reclamaron por la falta de pago de las suplencias que se realizan frente a las licencias por maternidad o por enfermedades de largo tratamiento.
Otro de los aspectos tratados fue el alarmante problema de presupuesto e infraestructura de la universidad. Las aulas no reúnen las mínimas condiciones para el normal desarrollo de las clases: no pueden cumplir con los controles elementales de higiene y seguridad para los estudiantes, docentes y no docentes. Esta situación se hace evidente en los diferentes edificios con mamposterías en riesgo de derrumbe, por ejemplo los de Ingeniería, las aulas irrespirables y ruidosas, la falta de ascensores que funcionen y los cortes de suministro de gas que, desde febrero, afectan a las facultades de Sociales, Derecho, Odontología, Farmacia y Medicina dado que las instalaciones no cumplen los requisitos para ello. Además de las eternas demoras en la ejecución de las obras del prometido “edificio único de Sociales” a donde sólo se trasladó la carrera de Trabajo Social mientras el resto de las carreras funcionan en tres sedes de forma inconexa. De la misma manera, las obras para la sede única de Psicología también están paralizadas.
Por su parte, la presidenta del Centro de Estudiantes de Sociales y una de las oradoras del acto en el Ministerio, Jésica Calcagno, dijo que la marcha se daba en el contexto de una importante crisis nacional y remarcó la necesidad de un movimiento estudiantil que intervenga de forma independiente del gobierno nacional. A su vez, denunció la hipocresía de la presidencia Cristina Fernández quien dice querer las retenciones para una mejor distribución del ingreso cuando en realidad usa esos millones para pagar deudas, cooptar intendentes y subsidiar empresarios, y muestra de ello es la calamitosa situación de la educación pública denunciada en la movilización.
Por otra parte, en la marcha también se hicieron presentes grupos de padres, alumnos y docentes que están luchando para que reabran la sede del Ciclo Básico Común de Merlo, sorpresivamente cerrada el pasado jueves, por no presentar las condiciones edilicias necesarias para continuar su funcionamiento.
Finalmente las jornadas de protestas continuarán con un paro total de actividades el 4 de abril en conmemoración del asesinato del docente Carlos Fuentealba. En caso de no llegar a un acuerdo con el Gobierno, se realizará otra medida de fuerza de 48 horas el martes 8 y miércoles 9 .

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